Lecciones aprendidas tras el seminario web El ciclo de un proyecto de servicio: Segunda parte

Conocer la comunidad

serviceproject_webinargraphic_ES-02Por Mary Jo Jean-Francois, gerenta a cargo de las Áreas de Interés

Antes de implementar un proyecto es necesario conocer la comunidad beneficiaria, para potenciarla y dar voz a las opiniones de sus residentes. De esta manera, aumentarán el impacto del proyecto y la duración de los cambios en la comunidad, lo cual será igualmente satisfactorio para su club o distrito.

En la segunda parte de esta serie se ofreció un panorama general sobre la evaluación de las necesidades de la comunidad, con ejemplos de experiencias reales de los rotarios. Ingresa aquí para escuchar la grabación del seminario y repasa estas sugerencias prácticas al respecto:

  1. Identifica las metas del club. Cuando se sabe qué es importante para el club, es más fácil identificar los proyectos que más desean emprender los socios del club. Los mejores proyectos son aquellos en los cuales las metas del club se corresponden con las oportunidades existentes en la comunidad. Para lograr este objetivo, la panelista Tonya Gamble afirma que su club dedicó cinco años a la elaboración de una visión, y descubrieron que “deseaban trabajar con la juventud y realizar obras verdaderamente necesarias para la comunidad”. De esta manera, construyeron el primer parque de juegos infantil 100% inclusivo en su comunidad.
  1. Recuerda que vienes “de fuera”. Aunque el club trabaje en un proyecto local, siempre te van a percibir como alguien “de afuera”, por diversos motivos. No olvides que al trabajar con la comunidad beneficiaria hay que mantener una actitud abierta y estar dispuesto a aprender. Si tu club planea realizar un proyecto internacional con una Subvención Global, haz arreglos para el club rotario anfitrión evalúe las necesidades de la comunidad local.
  1. Conoce la comunidad antes de comenzar la evaluación. Averigua de qué manera es mejor comunicarse con la comunidad (grupos reducidos, asambleas, etc.). Prepara preguntas abiertas para que los residentes respondan libremente. Las evaluaciones pueden ser formales o informales; antes de comenzar investiga qué formato prefieren los socios del club y la gente de la comunidad.
  1. Pregunta y escucha. Pregúntales a los residentes de la comunidad respecto a sus metas, fortalezas, necesidades y recursos. Escucha bien las respuestas y no prometas nada. Agradece debidamente las respuestas e identifica a los residentes capaces de liderar el proyecto. ¿Estás listo/a para dialogar con la comunidad pero no sabes por dónde comenzar? Consulta Recursos para evaluar las necesidades de la comunidad.
  1. Permite que todos los residentes de la comunidad expresen sus opiniones. Ten en cuenta a todos los interesados. Es posible que algunos lugareños sean analfabetos, y en algunas localidades las mujeres no se animan a expresar opiniones frente a los hombres de la comunidad. Los niños suelen ser la fuente de información más sincera y fiable. Dedica tiempo a conversar con todos los residentes de la comunidad y siempre recuérdales que sus opiniones son importantes.
  1. Concéntrate en aumentar la capacidad local. No caigas en la trampa de limitarte a preguntarles qué necesitan porque seguramente te darán una lista de materiales para que se los consigas. Investiga si tu club puede contribuir a acrecentar la capacidad de la comunidad enseñándoles destrezas, impartiéndoles capacitación profesional, nuevos programas, etc.
  1. No pases por alto las fortalezas de la comunidad. Además de necesidades, toda comunidad tiene fortalezas y recursos. Identifica sus recursos para mejorar la calidad de vida y las fortalezas necesarias para poner de relieve lo que la comunidad ya tiene. A continuación, determina si dichos recursos y fortalezas pueden aprovecharse para satisfacer las necesidades de la comunidad. Recuerda que los recursos abarcan gente, lugares, bienes, organizaciones, redes de contactos y mucho más. Es frecuente que las comunidades puedan resolver sus propias carencias y para eso basta con facilitar una discusión o coordinar la acción de distintos actores.
  2. Identifica a posibles colaboradores. Al hablar con la comunidad, investiga si ya hay otras organizaciones confiables que trabajen en el área. Si la comunidad entiende que estos grupos realizan una buena labor, te sugerimos tomarlos en cuenta, sobre todo para evitar la duplicación de esfuerzos.
  3. Piensa en la sostenibilidad (cuanto antes). Aunque el proyecto aún se encuentre en las etapas de planificación es importante pensar en su impacto a largo plazo. El panelista Andre Brandmueller insiste en que el primer paso para garantizar la sostenibilidad es que la comunidad acepte el proyecto. Por ejemplo, Andre habló con los profesores de las escuelas locales para enterarse de sus necesidades y metas para los estudiantes, a fin de estimular el interés y entusiasmo respecto a su proyecto.
  4. Traza planes para la medición y evaluación ya. Al fijar los objetivos para el proyecto, asegúrate de que haya elementos concretos para medir. Si los objetivos son demasiado amplios no habrá manera de calibrar el grado de éxito. Si es la primera vez que mides un proyecto, simplifica el proceso limitándolo a elementos cuantificables. Es importante saber cómo emplearás la información sobre el proyecto para realizar iniciativas aun mejores en el futuro. ¿Qué funcionó y qué no funcionó? ¿En qué medida puede esto ayudarnos en el futuro?

 

 

 

 

Para más recursos, visita Mi Rotary.

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