Predica con el ejemplo en la prevención de enfermedades

Por Ann Marie Kimball, doctora en medicina, máster en salud pública, socia del Club Rotario de Bainbridge Island; presidenta del Comité Distrital de Servicio en la Comunidad Mundial e integrante del Equipo de Asesores Técnicos de la Fundación Rotaria (Cadre)

Rotary participa activamente en la lucha contra la COVID-19. Me siento honrada por haber sido seleccionada para formar parte de un nuevo grupo de trabajo creado recientemente por Rotary International, pero esto también me ha hecho pensar en nuestro papel como rotarios. ¿Cómo podemos seguir avanzando hacia la erradicación de la polio en los tiempos de la COVID-19?

Rotary encarna dos conceptos fundamentales en el campo de la seguridad sanitaria global:


1) «De lo global a lo local» o «glocal»: un abanico de actividades que van desde el más alto nivel de cooperación global hasta las actividades más locales centradas en las personas, las familias y las comunidades.

2) «Toda la sociedad»: el llamamiento y la respuesta para la preparación ante una pandemia y otras amenazas globales. Estas amenazas afectan a toda la sociedad y, por tanto, la respuesta debe implicar a toda la sociedad.

Con nuestros 1,2 millones de socios y 35 000 clubes en todo el mundo, tenemos un importante papel que desempeñar para vencer a la COVID-19 en nuestros países y en el extranjero. La organización también tiene un enorme interés en alcanzar el éxito en este empeño, ya que la erradicación de la polio y los esfuerzos de vacunación infantil están amenazados. Estos programas emblemáticos han fracasado en zonas críticas como Pakistán y Afganistán, y las tasas de vacunación infantil han disminuido en muchos otros países debido a la pandemia. Ahora que Rotary y otros socios trabajaron con los gobiernos para responder a esta situación, la pausa en las vacunaciones ha concluido y se está progresando de nuevo. Tenemos un doble cometido: asegurar el éxito de la erradicación de la polio y combatir la mortal pandemia de COVID-19. Ambos objetivos están inextricablemente unidos.

De global a local (GLOCAL)

A nivel mundial, la erradicación de la polio ha logrado una amplia colaboración durante décadas para asegurar su éxito en todo el mundo. La polio no podrá ser erradicada hasta que sea vencida en todos los países. Nuestros aliados en la Iniciativa Mundial para la Erradicación de la Polio trabajan juntos incansablemente para lograr este fin. Desde la vigilancia epidemiológica hasta la adquisición de vacunas y las campañas de inmunización, el programa ha creado una infraestructura que ahora es fundamental no solo para la lucha contra la polio, sino también para la respuesta a la pandemia.

Sin embargo, la respuesta local es igual de importante en la lucha contra la COVID-19. Nuestros socios y clubes son tan fundamentales para el éxito como lo han sido en la lucha contra la polio. Los recursos que aportamos son sumamente eficaces.

Decir la verdad (La Prueba Cuádruple)

En todos los clubes que he visitado durante mis décadas de afiliación a Rotary, los socios recitan La Prueba Cuádruple. Es la promesa que tenemos en común. Lo he repetido con compañeros rotarios desde Singapur hasta Cuernavaca y Seattle. Es nuestra tradición de rectitud: los rotarios son conocidos por decir la verdad. Evitamos la política y el partidismo y, en cambio, buscamos el bien común mediante nuestra participación en la comunidad y nuestros proyectos en el país y en el extranjero. Esto genera confianza.

La ciencia nos dice que el tipo de comunicación que se necesita para asegurar la buena recepción de los mensajes de salud pública y la aceptación de la vacuna es un diálogo en el que participen todas las partes. Este es el » espacio ideal » tradicional y apolítico de Rotary, y esta labor será crucial para garantizar que se alcance un nivel de lavado de manos, distanciamiento social y vacunación contra la COVID-19 que proteja a la población.

La profesora Heidi J. Larson lleva estudiando las dudas sobre las vacunas debido a su propia experiencia con UNICEF en el norte de Nigeria en el año 2003, cuando los rumores circulantes provocaron el rechazo a la vacuna contra la polio. En su reciente libro Stuck: How Vaccine Rumors Start – and Why They Don’t Go Away atribuye los rumores y su persistencia a que la gente común se siente excluida de las conversaciones importantes sobre la seguridad de las vacunas. A menudo, los científicos y otras autoridades no encuentran el lenguaje común para proporcionar información directa. Ellos también necesitan saber escuchar. Tenemos que hacer ambas cosas: proporcionar la mejor información disponible empleando un lenguaje fácil de entender y escuchar atentamente para responder de la manera más sincera y respetuosa a la desinformación.

En mi experiencia como médico, vivo este problema tanto cuando atiendo directamente a los pacientes como cuando hablo sobre las pandemias. Históricamente, mi profesión ha utilizado el latín y un vocabulario muy complejo para describir las enfermedades y las curas. Sólo recientemente en la medicina se considera a los pacientes y a sus médicos como un «equipo».

Me di cuenta de esto en 1983, cuando me encontré hospitalizada en el 97º Hospital del Ejército en Alemania por complicaciones con mi embarazo. Después de que los médicos hicieran sus rondas en la sala, las mujeres alistadas se congregaban en la habitación que compartía con una enfermera del ejército para que les sirviera de traductora. ¿Qué les dijo realmente el médico? ¿Cómo podíamos expresarlo empleando un lenguaje fácil de entender? Me di cuenta de todo lo que le faltaba a mi profesión para otorgar la debida importancia a establecer una relación de comunicación y confianza con nuestros pacientes. Aunque hemos avanzado mucho, decir la verdad y escuchar con atención seguirá siendo fundamental en la lucha contra la COVID-19.

Rotary predica con el ejemplo

Los rotarios también son gente de acción. El viejo adagio «los hechos dicen más que las palabras» es cierto. Lo experimenté cuando dirigía el apoyo a los programas nacionales de la Organización Panamericana de la Salud. Visité uno de los países miembros de la organización en Centroamérica para planificar su programa de prevención del VIH/sida. El sida era una enfermedad profundamente temida: era una infección mortal. Un paciente ingresado en el hospital principal llevaba allí varias semanas. El personal tenía miedo de tocarlo por miedo a contagiarse. Aunque expliqué que el VIH no se transmitía fácilmente, no fue hasta que toqué al paciente, dándole la vuelta y ayudando a hacer su cama, que me creyeron. Tenemos que predicar con el ejemplo y no limitarnos a hablar.

¿Cuál debe ser nuestro ejemplo con la COVID-19? A medida que se emprenden las campañas de vacunación, los rotarios se ofrecen como voluntarios. Los socios que son médicos pueden ayudar a administrar las vacunas. Hay muchas otras tareas en el establecimiento de los centros de vacunación en las que pueden participar los clubes como las labores de recepción, la gestión de los aspectos logísticos, la administración de los datos y la observación de los pacientes.

En nuestro club, el Club Rotario de Bainbridge Island, descubrimos que los coordinadores de la ciudad y el condado estaban abrumados con el número de consultas recibido y la programación de las vacunas. Nos organizamos para asegurar la disponibilidad de los voluntarios, ayudar con las tareas administrativas y de oficina, y aliviar la carga de nuestro personal de la ciudad y el condado tanto como sea posible. No estamos solos. En Rotary Showcase hay literalmente miles de actividades para combatir la pandemia que han emprendido nuestros clubes en todo el mundo.

Sigue siendo fundamental demostrar y promover comportamientos seguros como el uso de mascarillas, el lavado de manos y el distanciamiento social. Además, de «predicar» estas prácticas, debemos practicarlas. Varios clubes han proporcionado estaciones de lavado de manos o materiales para facilitar que sus comunidades sigan las directrices establecidas por las autoridades sanitarias. Asimismo, vacunarse cuando nos llegue el momento es tan importante como promover la vacunación de los demás.

Toda la sociedad

Todas las pandemias se consideran principalmente como acontecimientos «sanitarios». Y si bien los expertos en salud tienen un papel fundamental, las pandemias exigen la respuesta de toda la sociedad. Todas nuestras áreas de interés tienen implicaciones o se ven afectadas la por COVID-19.

Nuestra membresía es amplia e inclusiva. Prácticamente todos los sectores de la sociedad están representados. Todo el mundo puede contribuir, desde la fabricación de máscaras, hasta la logística, pasando por defender la equidad en los círculos políticos.

Rotary tiene corazón

A medida que nuestra organización despliega su plan estratégico en los próximos meses, aportamos otro elemento importante al esfuerzo. La pandemia se ha cobrado muchas vidas y ha enfermado a muchas personas. Las amistades en los clubes rotarios son de gran ayuda. Podemos reconfortarnos los unos a los otros, comprobar periódicamente el estado de nuestros socios mayores y ayudar a nuestros socios más jóvenes a superar la falta de empleo, el estrés financiero y la intensa exigencia que supone equilibrar el trabajo con la educación y el cuidado de los niños desde el hogar. Esta podría ser nuestra contribución más importante.

Al continuar la lucha para poner fin a la polio, comprobamos que la seguridad sanitaria mundial es importante para garantizar la resistencia de nuestro programa. La fuerza y la determinación de nuestros socios es probablemente el activo más importante que aportamos a la batalla.

Nota del editor: Comparte tus esfuerzos para promover la vacunación contra la COVID-19 y detener la propagación de esta enfermedad en Rotary Showcase.

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